A veces es una gozada recuperar palabras que parecían perdidas irremisiblemente en el miasma de los tiempos. De hecho hay algunos proyectos en la Red que te permiten precisamente eso, proponer una palabra con su significado y apadrinarla para que el resto de internautas también la acojan como suya. Y como habrás visto en el título que da entrada a este artículo, la nuestra sería recórcholis, una palabra que aparecía mucho en los cómics y tebeos de otras épocas y que viene a decir, más o menos, que nos hemos quedado sorprendidos con alguna cuestión en particular.
Quizá te preguntes por qué nos gusta la palabra de marras, pero no te preocupes que ahora mismo te lo decimos. La principal razón, además de porque es muy sonora y nos recuerda a esos tebeos que leíamos de pequeños, es que nos recuerda poderosamente a un producto que acompaña los mejores vinos de nuestro país. En efecto, el corcho. Y precisamente hace unos días descubrimos una empresa que fabrica este tipo de tapones con una eficacia excepcional: gruartlamancha.com. De hecho estuvimos viendo informes de calidad e índices de satisfacción del cliente y podemos decir, sin temor a equivocarnos, que estamos ante una empresa puntera en este sector. Te dejamos un enlace por si quieres más información al respecto.
Lo cierto es que puede parecer fácil fabricar uno de estos corchos, pensamos que solamente hay que llevar el producto natural a la fábrica, meterlo en alguna máquina que va a automatizar el proceso y ya está. Pero como con todas las cosas, hay ciertos pasos que hay que seguir para que no terminemos haciendo una chapuza. Y te podemos asegurar que por la tecnología de Gruart La Mancha, por sus instalaciones y por su dedicación estamos hablando de unos profesionales que se toman tan en serio su trabajo que pensamos que no hay en nuestro país nadie como ellos.
Está claro que el corcho natural tiene que pasar por unos tiempos y ser tratado de forma conveniente, hay que revisar la materia prima y escoger aquellas planchas que sean las mejores, elaborar el tapón, hacer un montón de controles de calidad para certificar que todo funciona de maravilla… Sí, la verdad es que obtener un producto de calidad que selle una botella con un vino excelente no es nada sencillo. Por eso nos gusta que una empresa como Gruart La Mancha se tome tan en serio un trabajo que atañe, curiosamente, a un objeto tan pequeño…