A veces los escándalos no solamente provienen del mundo del famoseo, sino que queda patente que algunos políticos incurren en actitudes que poco o nada les favorecen. Por ejemplo, hace poco un ex ministro fue cazado cuando circulaba con su coche cuadruplicando la tasa permitida de alcohol en sangre (puedes leer el resto de la noticia aquí).
La cosa, por supuesto, ha levantado una polvareda enorme, porque al impacto de la noticia se le añade que todo haya ocurrido con un tema tan sensible como éste. Es cierto que el político ha pedido perdón y se ha mostrado muy apenado en público, pero nosotros tenemos la sensación de que las cosas deben pensarse antes de ser hechas, porque si no luego ya es tarde para enmendarlas. Aunque se pida perdón por ello…