Cambiamos de casa y comienza la ilusión por algo nuevo. Ilusión que puede verse truncada cuando pensemos en la pesada y obligada mudanza que tenemos que realizar. Una mudanza siempre va a ser un coste considerable tanto físicamente como para tu cartera, pero no también es cierto que podemos ahorrar un dinerito si somos capaces de analizar previamente nuestra situación.
Por ejemplo, guardamos en nuestra antigua casa muchas cosas que tal vez no nos vayan a hacer falta nunca. O tal vez tenemos muebles a los que tenemos cariño pero que, en el fondo, no vamos a utilizar y solo van a estar ocupando espacio. Piénsalo dos veces, porque por más valor sentimental que tengan, lo más aconsejable es venderlos si es posible, o librarnos de ellos para evitar inflar de más la factura de la mudanza.
Busca presupuestos razonables y contrasta. Existe una empresa de precios muy competitivos que podrá darte unos consejos para tus mudanzas extras: Mudanzascrespo en Madrid, que tiene diversos servicios a tu disposición, como grúas elevadoras para aquellos bultos más pesados. También realizan mudanzas internacionales, aunque un poco más caras, como es lógico.
Pero independientemente de ello, y si tu mudanza no supone demasiado grande, puedes buscar otras formas de ahorro. Por ejemplo, aunque podrías solicitar un servicio de embalaje, es una tarea que podrías realizar por ti mismo. Eso sí, requiere mucho esfuerzo y paciencia. Si son dos sacrificios que no te importan a la hora de ahorrar, no lo dudes.
Está claro que necesitaremos solicitar los servicios de profesionales para trasladar los muebles pesados y demás bultos complicados, pero también podemos pensar que los más ligeros se pueden transportar por uno mismo, solamente necesitaremos una furgoneta y un poco de nuestro tiempo.
¿No tienes una? Bueno, no pasa nada, tienes varias opciones: pregunta a tus familiares, o bien solicita alquila una por horas mediante alguna empresa de renting. Por supuesto, que no salga más cara que los servicios profesionales de mudanzas, porque si no nos sale a cuenta esforzarnos nosotros mismos, lógicamente.
Antes de terminar, sería produciente recordar siempre que debemos exigir un seguro a la compañía de mudanzas (aunque lo mejor es tener un seguro por nosotros mismos aparte, no siempre es posible), y asegurarnos de que las condiciones son claras y suficientes. Y oye, no olvides que, cuantos más amigos o familiares participen en la mudanza, menos esfuerzo para ti. Así que ya sabes, ¡No te cortes en pedir ayuda!