Adiós con el corazón…

Eso mismo deben estar pensando tantos y tantos jóvenes de nuestro país que se tienen que despedir de su lugar de origen y coger los bártulos para dirigirse a un nuevo destino en el extranjero porque aquí no hay ninguna oferta de trabajo que llevarse a la boca. Pero creemos que no es una mala noticia del todo, y os vamos a explicar por qué pensamos así.

La principal razón es porque nadie debe ponerse barreras artificiales a la hora de fabricar su carrera profesional. Si nuestras universidades forman buenos investigadores y profesionales pero el mercado laboral no responde, está claro que hay que mirar hacia otros destinos para poder hacer realidad un sueño. Es un poco frustrante preparar un grado, realizar el doctorado y al final hallarse con las manos vacías porque ni siquiera la oferta de becas es amplia. Por eso no tengas miedo de volar hacia otros destinos, tu conciencia te lo va a agradecer.

Además, gracias a milmudanzas.com puedes encontrar multitud de empresas de mudanzas para elegir la que más te conviene y llevar a cabo el traslado de tus enseres de un sitio a otro. Porque estamos seguros de que no habías pensado en ello, ¿verdad? En efecto, la gran mayoría siempre dedica el tiempo a tener su documentación en regla y a llevar todos los papeles habidos y por haber, pero cuando tiene que recapacitar sobre lo necesario que es coger los muebles y trasladarlos, el asunto puede ponerse serio. Así que el recurso que te hemos proporcionado es magnífico, solamente tienes que usarlo y sacarle partido.

Piensa también en el prestigio que a tu carrera le va a aportar una estancia prolongada en un centro extranjero. En efecto, tu Currículum Vítae va a ser más reconocido si has tenido la oportunidad de trabajar o de realizar diversos proyectos de investigación en un centro europeo. El hecho es importante no solamente porque puedas exponerlo como un mérito más en tu perfil, sino porque te  va a facilitar conocer a multitud de personas que pueden aportarte un montón de experiencia y un plus de nuevas ideas a tu modus operandi.

Por tanto si te ves abocado a realizar una mudanza internacional no tengas miedo. Es lógico que sientas cierto temor y experimentes una añoranza por tus raíces que tal vez hasta ahora no habías notado, pero créenos, los beneficios de llevarte tu vida a otro lugar van a ser mayores que las pérdidas. Eso sí, para que todo salga bien y no tengas ningún problema, confía en auténticos profesionales, los cuales ya sabes dónde encontrar: en milmudanzas.com.

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El mundo ha cambiado…

Hace unos años cierta trilogía de películas supuso una revolución dentro del cine de aventuras y del fantástico. Nos referimos, claro está, a las tres partes del Señor de los Anillos, en donde a partir del libro se creó un mundo de fantasía que convenció a casi todos (aunque algunos no lo vieron demasiado claro). La primera de las cintas comenzaba con una frase que, curiosamente, se ha hecho realidad a causa de la situación actual: el mundo ha cambiado, lo siento en el agua, lo siento en la tierra, lo huelo en el aire.

Y lo cierto es que la dinámica que hasta ahora entendíamos como rutina se ha permutado y ha girado el dial hacia otras posiciones menos confortables y más problemáticas y traumáticas. Nos hemos acabado convenciendo de la importancia de buscar, más allá de las fronteras físicas y abstractas que nos impone nuestro país, el monte del destino para arrojar en él el anillo de la desesperación y poder terminar con una situación tan negativa.

¿Qué hacer si lo único que podemos encontrar de nuestra especialidad se encuentra a multitud de kilómetros de nuestro domicilio? Pues lo más lógico en este caso, siempre que tengas ese poquito de espíritu aventurero que se necesita, es hacer tus maletas, encontrar una empresa de mudanzas internacionales (en este caso te recomendaríamos Jesmatrans, por su profesionalidad y porque no tienes que preocuparte de nada, solamente de  gestionar tus papeles y tenerlo todo en regla) y marcharte.

Quizá te parezca un tanto extremista la solución, pero cuando el mundo cambia y lo hace en la dirección que lo ha hecho es mejor nadar contracorriente. Una estancia laboral indefinida en Francia, Alemania, Bélgica o Londres puede hacerte añorar tu país, tu familia, tus amigos, todo aquello que te dejaste justo al lado de tus raíces. Pero también has de pensar que la dinámica en la que nos hemos visto incluidos (tengamos al menos claro que no la hemos provocado nosotros) impone soluciones un tanto duras. Así que si te está esperando ese puesto de trabajo que tanto has deseado y para ello tienes que ponerte a caminar e ir a ese destino, no tengas miedo y hazlo. Cuando pase el tiempo descubrirás que tu elección ha sido acertada, aunque a veces no puedas evitar los recuerdos de otros tiempos, otros sitios, otras veces…