Resultados más que interesantes

Todos tenemos asumido, gracias a los reportajes que nos han ofrecido en la tele o a los que hemos podido ver en Internet, que la ubicación de los productos en los supermercados no es aleatoria. Aquellos objetos que necesitamos y que forzosamente vamos a comprar porque son parte integrante del día a día no están a mano sino que se hallan en estanterías recónditas o en lugares poco visibles. Por el contrario otros elementos más secundarios pero que producen en nosotros una clara tentación nos son ofrecidos persuasivamente a través de su ubicación en lugares más accesibles, a la altura de la vista, con preciosos envoltorios de colores llamativos y con ofertas en las que se prima la compra de más de una unidad para obtener un descuento.

Y es que el marketing ha llegado al mundo de los negocios con fuerza y se ha instalado como recurso obligatorio para aquellos que quieren que su producto se venda mucho y se venda bien. Una de las tácticas más utilizadas es la promoción a través de azafatas de congresos y fiestas, las cuales podemos encontrar online, lo cual va a conllevar una reducción del tiempo de búsqueda y una plena satisfacción con los resultados.

Está claro que un producto no se vende solo, hay que animar a los posibles compradores a que conozcan a fondo lo que ofrecemos, a que lo prueben, lo huelan, lo manipulen, en definitiva, a que el consumidor entre en contacto con nuestra propuesta. Y para ello tenemos que implementar este tipo de medidas, totalmente necesarias si queremos triunfar en el lanzamiento de una nueva gama de lo que sea.

Hemos de tener en cuenta que todo o casi todo está inventado. Nuestra propuesta puede ser imaginativa y tratar de buscar algunas diferencias o carencias que hayamos detectado en el mercado, pero si la promoción hace aguas o no termina de funcionar como debiera podemos encontrarnos con un problema de comunicación que hemos de intentar solucionar con premura si no queremos vernos rodeados por un aluvión de buenos propósitos y un descenso más que notable en la compra de nuestro producto. Por eso recurrir a una azafata a la hora de lanzar nuestro nuevo perfume, ese cosmético que hemos diseñado  o las nuevas delicias de nuestro horno casero es una idea brillante que va a suponer no solamente dar a conocer nuestra empresa, sino entrar de lleno en el espacio particular del cliente. Y eso hoy en día es tener mucho terreno ganado, máxime si lo conquistamos con la sonrisa de una azafata.

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